Luce en los titulares de la canallesca que Bankia nesecita 20.000 millones de euros para sanearse, nesecidad cuyo conocimiento adviene y se pregona pocas semanas después de que el ex-presidente del FMI - ese que se retrató tocando la campanita - dimitiera como director de la entidad.
Lo abultado de esta nueva patada en los huevos a la economía española augura los peores presagios a la sanidad, a la educación y hasta a la eurovisión - que ya ha dicho la representante patria que le han aconsejado que no gane para recortar gastos -. Pero estos individuos siguen saliendo por la televisión como si el tsunami que nos arrastra a rescates y corralitos lo hubieran provocado los otros, los de antes. Y que ellos, y sólo ellos, van a sacar a España de la crisis con el esfuerzo de todos - de todos los que no son ellos o los suyos, claro -. De hecho la están sacando ya si uno ve la cara de Montoro ese que siempre se rie después de anunciar un recorte.
Hijas e hijos, como dice Murphy nunca iran tan mal las cosas que no se puedan empeorar. Y si esto iba mal con la Zapatera, con la Mariana y sus secuazas va peor.